Un consejo para una amiga.

Hace tiempo, una compañera del salón acudió a mí en busca de un consejo. Su historia era algo difícil de comprender así que me la explico de una forma corta y sin muchos rodeos. Igualmente, yo la analicé de una manera detenida. 


Seré franca, no recuerdo que fue lo que me dijo, pero me planteó que era un amor difícil, y debía "superarlo". Para esto yo le conteste "¿Superarlo?"...


"No se trata de superar, sino de transformar" 

Desde mi punto personal de vista, yo pienso que las cosas no se superan, sino se transforman. Cuando alguien ama a alguien, y de pronto ya no es así, el sentimiento no es superado, sino transformado. Todo lo que existe en este mundo no se crea ni se destruye, dicen las leyes de las ciencias. Tienen razón, nada en este mundo es creado o destruido por nadie. Todo simplemente es transformado. A veces la amistad se transforma en amor, la tristeza en odio, la nostalgia en tristeza, etc. Incluso la muerte, no es un proceso que se salve de la transformación. Nosotros somos materia-al igual que todo lo que hay en el mundo- Y debido a eso, también nos transformamos. 

¿Han visto ustedes a una oruga transformarse en mariposa?
Quizá muchos sí, o quizá muchos no. Yo nunca lo he visto, pero sé en que consiste: Una oruga teje para si misma el lugar en el que se quedará por un tiempo, y después, saldrá convertida en una mariposa. Igualmente, esa oruga no muere, al contrario, se convierte en algo hermoso. Y quien sabe, quizá después de ser mariposa el destino es otro, y así sucesivamente. 

El punto es que cada suceso en la vida es insuperable, solo transformable.